Fue Pepi quien, con tan sólo 15 años, inauguró este proyecto de peluquería y estética, al que se uniría su hermano Jose dos años después. Desde entonces, siempre juntos en un camino plagado de vivencias y aprendizajes, los hermanos Castellanos jamás perdieron la ilusión, la sonrisa y el latido vital que les impulsó desde sus inicios, superando los momentos más difíciles gracias a su espíritu renovador y transformador, sin descuidar el calor y el cuidado ofrecido tanto a su clientela como a su equipo humano, peluqueras y esteticiens, que empezaron su andadura en PyJ y siguen mejorando en ella.